miércoles, 18 de febrero de 2015

Pensamientos aleatorios (V)

Lo extraño. Ese tonto no sabe lo mucho que lo extraño. 

Hoy, mientras iba de camino al trabajo, pensé que ya no debería llevar a las personas a "mis lugares". ¿Sabes? Esos que uno suele disfrutar cuando está más solo que la Una (¿o la Luna? Nunca entendí el dicho) y en los que piensas: "¡Wao! Esto es tan genial, desearía poder compartirlo con alguien más". Porque, una vez que ya esas personas salen de tu vida, es difícil volver a tus lugares. Por eso es mejor crearse lugares nuevos con esa gente nueva de la que probablemente no sepas nada nunca más.

He estado bastante hater. No soporto nada ni a nadie. Casi siempre me provoca matarlos a todos (usualmente lo hago en mi cabeza). ¡No sé qué me pasa! pero no puedo soportar sus risas, o sus llantos, o sus cuentos de cómo fue el día de hoy, ni sus estupideces. Hater pues.

Querer a alguien no debería ser tan doloroso. Mucho menos debería mantenerse a escondidas. Es decir, yo a él le quiero y le quiero como no he querido a nadie, me importa de maneras que no puedo describir -más que todo porque mi vocabulario no es tan extenso como para poder hacerlo y porque no conozco las palabras exactas describan con precisión lo que siento- me importa como sólo me han importado las poquísimas personas a las que más quiero; pero no se lo puedo decir. Debo mantener lo que siento escondido en un baúl. En un sótano. A 100 mts. debajo de arena. En el fondo del Océano Atlántico.

No quiero trabajar. Tengo un montón de cosas pendientes por hacer, pero la flojera la tengo metida hasta en los tuétanos y aparte mi voluntad y determinación en estos momentos está que si en mi ropa, totalmente ajena a mi cuerpo, vamos que igual me las puedo quitar de encima como si nada.

Hace un mes me inscribí en un gimnasio. Y en un curso de francés. Y volví al postgrado (sí, resulta que lo había abandonado). Ya no voy más al gimnasio. No he practicado mi francés. No he hecho los trabajos para el postgrado. Hoy se supone que debería hacer ejercicios físicos. Y practicar mi francés, pero es que Je ne comprends pas, merde. Mañana empiezo con el trabajo del postgrado.

Desconozco cuándo es su cumpleaños. Sé que es en agosto, pero no sé el día exacto. He pensado en preguntárselo la próxima vez que me llame... si es que me llama, no sé. Lleva dos sábados seguidos haciéndolo, supongo que esta sería la última llamada que me haga, no lo sé. El caso, es que quiero hacerle llegar un "tarrón de los buenos deseos" el día de su cumpleaños. PERO NO SÉ.

Es la "hora del almuerzo", debería ir a comer. Te escribo luego.