jueves, 2 de enero de 2014

Año nuevo, vida... la misma, pero con nueva actitud


Llegó el 2014. Muchos afirman que tenemos 365 nuevas oportunidades, esos son los mismos que se levantaron temprano el 1º de enero, no están pendientes de los feriados y son como las lombrices de felices. Para el resto de nosotros, salvando los feriados,puentes,fines de semana y "reposos", tenemos varios días de este 2014 que se traducen en nuevas oportunidades, o en segundas oportunidades (las mejores, diría yo).

Abundan, igualmente, en estos primeros días del año (aparte de la basura en las calles y las indigestiones por la cena navideña y el reciclado de comida del día anterior) las resoluciones de año nuevo, esas cosas que nos prometemos y no cumplimos, o que cumplimos a medias, o que logramos cumplir en años sucesivos.

 Yo no me hice ese montón de promesas: que si comprar una casa (imposible con una economía como la venezolana), que si comprar un carro (si logras encontrarlo CON UNA ECONOMÍA COMO LA VENEZOLANA), que si tener un novio, que si...Ya volvieron los si condicionales... No, en vez de eso pedí mucha fuerza de voluntad, constancia y determinación para lograr lo que quiero, así sea algo tan simple como hacer ejercicios, por poner un ejemplo; en pocas palabras: Tener mejor actitud.

Y es que en verdad es eso lo que nos falta, lo que tenemos que pedir, lo que nos tenemos que prometer: tener mejor actitud. Este pensamiento no surgió de la nada como un nuevo MiPoPoDe-cualquier-vaina-que-se-le-ocurra-al-Gobierno, o sentada en la poceta (lugar de reflexión por excelencia), esto surgió hace un par de meses mientras hacía un trámite ante una Oficina pública de este mi país, tu país. 

En anteriores oportunidades, había ido a esta Oficina y, como era de suponerse, el trato no fue el mas agradable. Sin embargo,por vainas de Dios, tuve que ir de nuevo a solicitar unas copias certificadas (que demoran lo mismo que un alka seltzer disolviendose en un vaso de chicha):

- Ay, no se como vas a hacer, porque esa oficina es horrible, te atienden mal, muy mal, siempre piden algo nuevo cada vez que vas, ay no, AY NO ¡HORRIBLE!- Me dijo mi colega.

Bestia, que peo- fue lo que pensé- Ni modo, voy con mi mejor sonrisa y una nueva actitud y que Dios reparta suerte.

Para hacer el cuento corto, me hice pana del señor de la Recepción, quien terminó por ayudarme, y el trato con la funcionaria fue agradable, y lo único que tuve que hacer fue cambiar de actitud y hacerme la chévere para que procesaran mi solicitud, sin necesidad de mojaderas de mano ni nada parecido.

Entonces, aprovechemos estas 365 oportunidades que nos trae el 2014 para tener mejor actitud, tener más tolerancia con respecto al otro, mostrar nuestra mejor sonrisa y de seguro nos irá un poco mejor. (Digo un poco, porque las copias aún no están listas, pero al menos mejoré el trato con los funcionarios de la mencionada Oficina y ya eso, en nuestro país, es tremendo avance)