viernes, 20 de junio de 2014

Área en remodelación.

No. No me suicidé. Sé que dije que iba a estar depre toda esta semana y así lo haría saber a través de varios post melodramáticos, pero no me ha dado chance, básicamente porque he tenido algo de trabajo y he estado ocupada, cosa que agradezco porque así salgo de la mugre, que es lo que quiero.

El plan inicial era, como una medida para comenzar a sanar, el pasar por todas las etapas del despecho durante esta única semana: reconocer el problema, aceptar el problema, llorar por el problema, y así. Cosa que he cumplido a cabalidad. Supongo que me quedaría hundirme en el alcohol un día, tener una recaída y luego resurgir de las cenizas y continuar con mi vida. Pero aceptémoslo, no soy tan organizada.

Siendo así, me saltaré algunos pasos, bueno uno solo: la recaída. Pero en cambio, me concederé una pea como Dios manda sólo porque quiero y después de ahí si que continuaré con mi vida, por lo que, luego de esto, estaré en planes de remodelación durante el tiempo que sea necesario.

 Como parte de un adelanto, haremos algunos arreglos por aquí y otros por allá. Empezaremos por demoler los conductos que conectan al cerebro con el corazón y a través de los cuales me vienen los recuerdos de ti que repercuten en este último, causando malestar. Al demoler los conductos quedarán unas cavidades que sellaremos con capas de "olvido super resistente", el mejor del mercado, según dicen. Rejuveneceremos algunas partes con gotas de "nuevas experiencias", dicen que algo de viaje, cine, teatro, canciones, conciertos, playa, amigos, familia, gastronomía, baile, entre otros, vienen a resultar en una buena mezcla que es utilizada para tal fin. Frisaremos las paredes con coraje, buena voluntad y fortaleza, que harán una especie de filtro ante posibles nuevas invasiones no deseadas. Y finalmente, terminaremos con capas y capas de amor propio, que le darán un buen acabado.

Una vez que esté lista la remodelación, lograremos crear un ambiente agradable y acogedor y se hará el open house para que todo aquel que presente interés, pueda acercarse y observar el resultado final de la remodelación, eso sí, reservándonos siempre el derecho de admisión.

Y si le gusta, con suerte, se puede quedar.